
En un mundo tan lejano, en el final del último día, una pequeña niña nació y fue criada, profundamente en el bosque en un lugar oculto.
La madre nunca vio su cara.
Ella era princesa de duendes y de árboles, de criaturas mágicas que no todo humano podía apreciar.
Ella era la única persona quién vivió en armonía.
En perfecta armonía.
Ella encontró el abrigo debajo de árboles.
Ella creció en su compañía.
Mil estaciones le pasaron cerca.
Que muchas veces, le han dicho adiós y ella con valentía las afrontó.
Y cuando los espíritus dijeron en voz alta su nombre, para retenerla por siempre.
Un espíritu del bosque ella se convirtió…